L'home dels nassos

Es tradición en Cataluña que un día como hoy se les diga a los niños que tienen que buscar a "L'home dels nassos" (El hombre de las narices). Este personaje, según dice la leyenda, tiene tantas narices como días le quedan al año, así que hay que buscar a alguien que cumpla esos requisitos.
Además de esta tradición hay algunas más que están extendidas por el mundo, una de ellas es la carrera de San Silvestre, donde correrdores profesionales y amateurs desafian al frío para recorrer en diferentes ciudades la distancia estipulada, una de las más reconocidas es la San Silvestre Vallecana que ha estas horas ya casi habrá terminado.

Según dice la canción de Mecano, "hacemos balance de lo bueno y malo, cinco minutos antes de la cuenta atrás"... repasamos todo lo que hicimos en este año, aquello que nos fue bien y lo que no tanto, hacemos propósitos para cumplir en los 365 días que vienen y que seguramente cuando volvamos a hacer balace nos demos cuenta que no cumplimos la mitad pero aún así disfrutamos. En este año os he contado los libros que he leído, las películas que me gustaron, las que no lo hicieron tanto, las frases y canciones que me motivaron, descubristeis algunos de los textos que poblaron mi cabeza (para bien o para mal) pero sobretodo me desmostrasteis una vez más que gusta lo que hago, me emocionasteis con algunos comentarios y me acompañasteis cuando me sentí sola. Para mi fue un buen año, aunque siempre puede ser mejor y eso es lo que deseo para el 2009.

Para vosotros que me leeis sólo cosas buenas, miles de ellas.

Nos vemos el año viene

Cuento de Navidad



Paseando por los diferentes blogs que leo me he encontrado con este precioso post de Fire, mis dedos se han puesto en marcha y han creado esta historia/regalo que espero os guste a todos/as.

Hacía más de un mes que trabajaba sin descanso para poder reunir un poco de dinero extra y aún así no había podido reunir más que un centenar de euros. La cosa estaba mal, tanto como para los que tenían como para los que no tenían, mucho peor para los que no tenían y debían buscar; la búsqueda le llevo casi dos meses, en todos sitios le decían que no podían, que no había dinero para nadie más, que apenas les llegaba para ellos mismos... hasta que un día entró en la librería, Matías, le dijo que no podía prometerle mucho pero que algo seguro que si podría darle.

Después de salir de la obra que hacía en la calle Ramelleras se iba a pasar el resto de la tarde y parte de la noche ordenando y poniendo en cajas los pedidos que realizaban por Internet a la librería, una de esas librerías de antiguo que tanto gustaban a su hijo, donde poder perderse entre hojas de otros tiempos y dejar volar la imaginación con caballeros y princesas, en señores y campesinos luchando por sus tierras. Tanto tiempo pasado y continuaban casi igual que en la época feudal, unos mucho y otros nada. Al salir de allí se iba a casa, no había mucho tiempo, un par de horas de sueño, una ducha y vuelta a la obra, día sí día también. Aquellos pisos tenían que albergar a sus habitantes para las fiestas y tenían que dejarlos listos cuanto antes, si se hubieran decidido antes ahora no se debería correr tanto... pero él sólo obedecía, a poner baldosas, él ponía baldosas, a poner enchufes, él ponía enchufes... sólo cuando estaba en la librería era su propio jefe, Matías le había dado la libertad de estructurarse el trabajo como él quisiera, su única condición era tener terminados los pedidos por la mañana para poder enviarlos cuanto antes.

Faltaban cuatro días para la Navidad, la obra se había terminado a tiempo y alguien a quien no conocía tendría un nuevo hogar en el que celebrar las fiestas. A él sólo le quedaba regresar a casa, juntar sus escasos recursos y regalarles a su familia una gran cena (en sus modestas proporciones), quizás un regalo distinto fuera suficiente para alegrarles la noche, una de las más frías del año. Se fue al mercado, miró y remiró precios de manjares, escogió aquello que les gustaba a cada uno de los miembros de su familia, un poco de pescado para su mujer y su hijo pequeño, algo de carne de caza para su hijo mediano y para su hijo mayor y él mismo unas verduras para hacer al horno. No sería una comida digna de un rey pero si lo suficientemente especial para aquella familia acostumbrada a bien poco. Lo dejó todo en casa y se fue a la librería, era su último día y deseaba despedirse de Matías, agradecerle el que hubiera contado con él a pesar de las circunstancias. Trabajo hasta tarde y al salir llevaba bajo el brazo un paquete que habían dejado en el mostrador con su nombre, no quiso abrirlo pues supuso que contenía, ya llegaría el momento... en los postres.

Paso media tarde del día de nochebuena cocinando, su mujer desde el sofá al que estaba atada le daba algunas instrucciones para cocinar las viandas, no era necesario, él había sido el cocinero de aquella familia durante mucho tiempo pero le gustaba que fuera ella la que por momentos se sintiera útil.

Sus hijos llegaron al cabo del rato, habían ido a jugar con los amigos del barrio, estaban sudorosos y sonrientes. Se sentaron en la mesa, unas velas, unos pequeños adornos hechos a mano ponían el toque de color. Las viandas en bandejas descascarilladas, hacían las delicias de los pequeños. Su padre sonreía, sería la primera Navidad en mucho tiempo que la mesa estaría tan llena. Comieron, rieron, cantaron, lloraron pensando en los que ya no estaban, y sobretodo disfrutaron. La cena había terminado y el momento de los regalos había llegado, los niños sacaron de su envoltorio las postales y adornos que había hecho en el colegio para sus padres, con mejor o menor traza pero igual de preciosos a sus ojos. Se abrazaron y tuvieron su lugar en la vitrina del comedor.

Fue a la habitación y cogió el paquete, lo llevó a la mesa y lo depositó sobre ella, cortó el cordel que ataba el duro papel de embalar, al abrirlo una nota cayó a sus manos, era la letra de Matías: gracias por la ayuda, siento no haber podido contribuir mejor a su Navidad pero espero que estos libros hagan un poco más felices estos días. Las lágrimas ya corrían por sus mejillas antes de poder terminar de leer. Sus hijos se agolpaban a sus espaldas, se frotó los ojos y terminó de abrir el paquete, dentro había cinco libros, todos distintos, pensados para cada miembro de la familia. Para mamá un libro de recetas de cocina, para el pequeño un libro de cuentos con ilustraciones preciosas a acuarela, para el mediano una novela de aventuras medievales tal y como le gustaban representar en sus juegos, para el mayor un libro para poder fabricar maquetas en madera, sus ojos brillaban tanto que parecían estrellas y para el padre un librito con tapas verdes, sin título en la portada y que al abrirlo sólo tenía escrito: Cuento de Navidad.

Fue la Navidad más maravillosa de todas


Foto: brianzabiblioteche
Texto: Dsdmona

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Os lo deseo de todo corazón desde la blogsfera

Fotocomposición: Dsdmona

Mi cielo VI

Despejando... (es lo que tiene estar de vacaciones)
Foto: Dsdmona, en algún lugar de Barcelona

¿Hombre o mujer?


Supongo que todos en un momento u otro nos hemos disfrazado del sexo contrario pero ¿hemos pensado en que sería de nuestra vida si hubiéramos nacido al revés de lo que somos?


En mi caso supondría que no tendría muchos problemas para encontrar calzado, que la gente no se extrañaría si un día les comento que tengo novia, que tendría más fácil vestir de manera deportiva sin que me dijeran que quizás debería variar mi fondo de armario, que durante una semana al mes no me moriría de dolor ni tendría el hierro por los suelos, que hacer un deporte de "contacto" no hubiera sido motivo para preocuparse por si me daban en la cara, que en el colegio hubiera podido jugar al fútbol pero sin tener que esperar a que no quedara nadie más a quien escoger y quizás algunas cosas más que ahora no vienen al caso.

Lo que tengo muy claro es que si hubiera nacido hombre nunca te hubiera conocido y esa es la mejor razón para no querer cambiar... TQ
Foto: Espíritu de sombra

Mi cielo V

Negro... como mi día ( y mañana más... negrura)

El chino

Una helada mañana de enero de 2006, un fotógrafo hace un descubrimiento aterrador: en el pueblecito sueco de Hesjövallen aparecen brutalmente asesinadas diecinueve personas. La policía sospecha que es obra de un perturbado; pero la jueza Birgitta Roslin, que se interesa por el caso en cuanto sabe que entre las víctimas figura la familia adoptiva de su madre, sostiene otra teoría. Una cinta de seda roja encontrada en la nieve le pone en la pista de un sospechoso llegado de fuera, y de una inquietante trama oculta que parece arrancar en Pekín. Birgitta ignora que todo se remonta a una vieja historia del año 1860, cuando miles de chinos fueron llevados a Estados Unidos a trabajar casi como esclavos en la construcción del ferrocarril en la costa oeste. Las consecuencias de esa dramática odisea, encarnada en los descendientes de los hermanos Wu, San y Gou Si, llegan hasta la conflictiva pero poderosa China del siglo XXI, donde cruentas luchas de poder en el seno del Partido Comunista Chino están decidiendo el futuro del país a las puertas de los Juegos Olímpicos. Pero su persecución del asesino, en solitario y al margen de la policía, se interrumpe en cuanto Birgitta siente en la nuca el aliento frío de quienes quieren acabar con su vida.

Desde hace mucho tiempo Henning Mankell está considerado como uno de los mejores escritores de novela negra del mundo. En esta ocasión el protagonista ya no es su adorado Wallander si no una jueza que se entera que uno de los peores crímenes cometidos en su país han muerto los padres adoptivos de su madre, a partir de ahí la trama se complica con descubrimientos del pasado que intentan explicar las acciones del presente.

Una muy buena novela que poco a poco te va llevando de la mano para ir descubriendo los misteros del asesinato y de una China en un proceso de modernidad imparable.

Quizás hay que encontrarle un "pero" a este texto, a mi se me hizo algo pesada la explicación de la política del partido comunista en algunas de las escenas de la novela, por lo demás no puedes dejar de leerlo si te gusta la novela negra.

Museo Thyssen Bornemisza, Colección Carmen Thyssen Bornemisza

Camille Pisarro - Campo de coles, 1873

Las obras que contiene el museo fueron reunidas por la familia a lo largo de dos generaciones, siendo adquirida la parte más numerosa por el Estado Español en 1.993; algunas de las obras, pertenecientes a arte medieval, renacentista y barroco, se exponen en el MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña). El resto de la coleccion se expone en el Palacio de Villahermosa, edificio del siglo XVIII y restaurdo por Rafael Moneo.
La colección está expuesta en orden histórico habiendo un recorrido recomendado a través del número de las salas (se empieza por la segunda planta girando siempre a la derecha en torno al patio central).
La colección de Carmen Thyssen no se había podido disfrutar hasta la conclusión de las obras realizadas en dos edificios colindantes que han ampliado la superfície de exposición. En las nuevas salas se exponen pinturas de diversos movimientos pictóricos, en especial pintura holandesa del s. XVII, el vedutismo del s.XVIII, la pintura de paisaje del s.XIX, la escuela norteamericana, el Impresionismo, el Postimpresionismo y lasprimeras vanguardias del s.XX; en total doscientas obras que ofrecen al público la posiblidad de ahondar en el conocimiento de autores y capítulos de la historia de la pintura escasamente representados en otras colecciones españolas.

Hace muchos años que había visitado la colección Thyssen, si no recuerdo mal apenas hacía unos meses que la habían inaugurado. Me dejó menos impresionada que el Prado quiás porque los cuadros que expone son más modernos y por tanto menos entendibles para mi. Esta vez no tenía muy claro si el palacio de Villahermosa iba a recibir mi visita, dependía de lo que me demoraran mis citas con Rembrandt, Velázquez, Goya... Al salir de allí todavía me quedaban un par de horas para recorrer la ciudad y como ese fin de semana iba a ser cultural decidí acercarme al Thyssen y así recordar lo que había visto la primera vez y ver las nuevas obras que habían inaugurado hacía muy poco gracias a las obras de ampliación. No había mucha gente (también ayuda decir que eran poco más de las tres y la gente estaba comiendo) así que el recorrido se hizo fluido, mesalté casi sin remordimientos aquellos cuadros y épocas que me llaman más bien poco y me dediqué a los que si me gustan realmente... decepción grande la qe tuve al ver que muchos de los cuadros que más megustan estaban en préstamo a otras exposiciones temporales en el resto del mundo y me tenía que conformar con ver la fotografía y la descripción del cuadro. Los nuevo cuadros me dejaron bastante fría por aquello de la modernidad de sus autores, moderno para mi implica incomprensión en la mayoría de casos y eso me hace perder, seguramente, buenos pintores...
Un día muy cultural que en general me dejó un buen sabor de boca y que fue una maravillosa antesala para lo que ocurrirí unas horas después...


Hotel Room - Edward Hooper

Fotos: Museo Thyssen Bornemisza

Texto: Folleto Museo Thyssen Bornemisza, Dsdmona


Ella era la mejor bailarina, la que daba a su cuerpo formas que no podíamos imitar. Lo hacía por puro placer, aunque para ella representaba algo más. Lo hacía porque para ella cualquier otra vida habría sido una impostura. No ardió en secreto por una pasión que no podía expresar: resplandeció (pág.84)

Foto: Unlimited
Texto: Espejismos, Jeanette Winterson, Ed. Lumen

Mi cielo IV


Adiós Madrid... adiós
Foto: Dsdmona, Barajas, Terminal T4, 30/11/2008

Una pantera en el sótano

Ambientada en 1947, en la Jerusalén de finales del Mandato Británico en Palestina, una pantera en el sótano nos cuenta la profunda y conmovedora relación que surge entre un niño judío, Profi, y un sargento de la polícia británica muy interesado por el Israel bíblico y la lengua hebrea. Profi acepta mantener con él un intercambio de clases de hebreo e inglés pensando que así podrá sacar información al "enemigo", pero sus amigos le culparán de ser un traidor... A través de este conmovedor relato Amos Oz nos hace reflexionar sobre el significado real de la "traición".

Un día, Profi comete la falta de moverse por la ciudad después del toque de queda. Un polícia lo acompaña a casa con la recomendación de que semejante locura no vuelva a ocurrir... habla un hebreo demasiado retórico como para ser entendido en toda su extensión, le propone una cita, una reunión de negocios... él le enseñará inglés si Profi le enseña hebreo... pero el polícia es el enemigo, y a éste ni agua le han dicho muchas veces... pero ¿qué mal puede hace una convesación? para ellos dos que la viven nada pero para los de fuera supone traición, en más alto grado cuando más cercana es la relación. Sus amigos, los de la organización secreta, creen que se ha vendido, que revelará todo aquello que tanto les ha costado conseguir. Sus padres, en la vergüenza de tener un hijo chivato y Profi que sólo intenta conseguir información de la manera más fácil y directa no lo entiende, deberían estar aplaudiéndole por su valor, acercarse tanto al enemigo... diferentes personas, diferentes valores y opiniones para un mismo hecho... tantos como mentalidades haya en el mundo.

Muy recomendable

Una canción...


Hoy una canción me ha devuelto a tiempos lejanos... Hace ocho años me subía a un tren que me llevaba a recorrer media España en doce horas, mi destino: Salamanca.

Allí me esperaba una amiga de infancia, una chica que decidió que su vida estaba a más de quinientos kilómetros de su hogar, que marchó para vivir, para ser libre... sólo nos veíamos en vacaciones, cuando íbamos al pueblo pero durante el año nos escribíamos cartas... me invitó a pasar unos días en su piso de estudiantes en la ciudad estudiantil por excelencia. Nunca había viajado sola tan lejos, nunca había pasado tanto tiempo dentro de un tren y fue allí donde me enamoré de ellos (pero eso es otro tema). La canción que me ha recordado este viaje sonaba cada vez que nos despedíamos, sin faltaera la última en sonar en el bar que solíamos frecuentar, no era nada hablado, ni tan siquiera pedido simplemente surgia y de aquella manera esa melodía se convirtió en la nuestra...

Pasé cinco dias inolvidables en aquella ciudad, me sentí a gusto a su lado, entre sus amigos, como una más, enseñándome donde estudiaban, donde se divertían, compartiendo risas y charlas alrededor de una botella de vino (en mi caso mosto).

Hace mucho que no voy al pueblo y he perdido la pista de cada una de las personas que formábamos el grupo (quizás algún día, nos volvamos a encontrar y recordemos lo que vivimos hace tanto tiempo) pero no he podido evitar recordarlos cuando he escuchado la canción esta mañana...

Texto: Dsdmona
Foto: Dsdmona, Universidad Pontifícia desde Iglésia de San Benito, Salamanca

Rembrandt (Museo del Prado)


Autorretrato como Zeuxis

Rembrandt es uno de los pintores más personales de toda la historia del arte europeo. Su pintura está en un constante proceso de búsqueda cuyo fin es representar las emociones de las personas de la manera más incisiva y conmovedora posible. La exposición que presenta el Prado se centra en temas biblícos e históricos, donde según Rembrandt mejor se podían representar las reacciones de las personas ante situaciones dramáticas, pudiendo así explorar la condición humana.

El banquete de Baltasar

Es uno de mis pintores favoritos. Sus cuadros siempre me han llamado mucho la atención desde que vi por primera vez "La lección de anatomía".
A las once de la mañana me esperaba en el Prado para deleitarme con sus pinturas. Bien cómoda me dispuse a pasar un tiempo en otro tiempo y otros lugares, entre emociones variadas, risa, llanto, temor, arrepentimiento... olvidarme de todo y de todos y sólo dejarme mecer por su luz, sus colores, sus ropas, sus personajes, sus caras, su pintura... me hubiera pasado el día contemplando "San Pedro arrepentido", dibujando mentalmente una y otra vez cada arruga, cada matiz de su piel, de su gesto... descubriendo la sorpresa del "Banquete de Baltasar", escuchando a una guía explicar a sus guiados cada detalle del "Descanso en la huida de Egipto", notando el dolor en las manos de los intrépidos que se atrevieron en el "Descendimiento"...
Me senté abrumada de tan buena pintura, no podía creer que yo estuviera allí rodeada de Rembrandt porque mirara donde mirara sólo estaba él y su legado... me quedé un rato simplemente dejando vagar la mirada por las paredes, descubriendo en la distancia matices que de cerca no se perciben, la grandeza de las obras en su conjunto. Una delicia para los sentidos ...
Si teneis oportunidad no la dejeis escapar, es una ocasión única.

Betsabé

Fotos: http://www.artehistoria.jcyl/ , Acróbatas

Texto: Museo nacionl del Prado, Dsdmona

Mi cielo III


Los rayos de luz que me llevaron a una noche de estrellas...

Foto: Dsdmona, AVE Barcelona-Madrid, 28/11/2008
 
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