Cerdos y gallinas

La periodista Patricia Bucana (protagonista en otra novela del autor) se lanza a la apasionante misión de desentrañar la verdad en un mundo marrullero, confuso y podrido en el que nada es lo que parece ni nada es lo que debería ser.

Sus averiguaciones y su implicación la empujan al precipicio, a las cloacas de la sociedad. Cerdos y Gallinas habla de corrupción policial y periodística, de un mundo gris de traiciones y mentiras.

Nos sitúa en el punto exacto en el que están las relaciones entre jueces, policías, periodistas y la delincuencia organizada, tanto la de pistola en ristre, como la de cuello blanco.

Es la novela más arriesgada de Carlos Quílez, escrita a borbotones, con la pasión de quien no entiende la vida de otra forma.

A pocos días de la presentación de la nueva novela de Quílez con Patricia Bucana de nuevo como protagonista os traigo la penúltima entrega de esta sagaz periodista, rodeada de personajes fuertes y una trama brutal.

Ante todo estamos delante de una obra de ficción, el autor lo deja clarísimo al inicio de la novela y no podemos tomarlo de otra manera pero resulta diáfano la similitud con la realidad que podemos ver cada día en los medios de comunicación. No serán los mismos nombres, cargos públicos o cargos judiciales pero no hay duda que la realidad ficcionada de esta novela se parece miserablemente a la realidad.

Un soplo de uno de sus colaboradores habituales lleva a Patricia a investigar una entrega de droga y un alijo de los más importantes que se han hecho en la ciudad. Implica a altos cargos del entidad portuaria, mafiosos de dos al cuarto y alguno más que pasaba por allí.

Tendríamos un thriller de lo más normalito si la trama sólo nos dijera eso. Pero hay más... Una crítica despiadada a la desorganización interpolicial, la falta de comunicación entre estamentos, entre juzgados, entre gente que se supone que debería trabajar junta para atrapar a los malos e impartir lo denominado "justicia" en el mundo poético.

Aquí la colaboración es nula, se dedican no sólo a no contribuir a las distintas investigaciones sino que se las van pisando unos a otros intentando demostrar cual es mejor que cual o quién tiene más medios... Se esconden, mienten, desorientan para favorecer a unos o a otros dependiendo de quien más convenga tener contento olvidando en muchos momentos que son estamentos al servicio de los ciudadanos y no de sus propios intereses.

Y en medio de todo esto Patricia intenta sacar adelante el reportaje de su vida sin morir en el intento, evitando que cierren su medio de vida y que aquellos a los que quiere se vean más afectados que de costumbre por sus actividades.

Es más que un libro de ficción, hay que leer entre líneas, deducir y reconocer. Un libro valiente que dice cosas aún sin decirlas y que no esconde la verdadera naturaleza de esa ficción. 

Deseando leer Manos sucias, promete emociones fuertes.

2 comentarios :

  1. No me sonaba de nada. Y no pinta nada mal.
    Besotes!!!

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  2. Te veo muy bien encaminada en la novela negra, querida Dsdmona :-)
    A mí este me gustó mucho, pero según tengo entendido el Manos sucias es algo espectacular. En un par de semanitas lo tenemos en Madrid presentando, qué ganas.

    Un beso, hermosa.

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