Estupor y temblores

Esta novela con declarada carga autobiográfica, que obtuvo un éxito impresionante en Francia, cuenta la historia de una joven belga de 22 años, Amélie, que empieza a trabajar en Tokio en una de las mayores compañías japonesas.
Con "estupor y temblores"; así es como el emperador del Sol Naciente exigía que sus súbditos se presentaran ante él. En el Japón actual, fuertemente jerarquizado (en el que cada superior es, antes que nada, el inferior que de otro), Amélie, afligida por el doble handicap de ser a la vez occidental y mujer -extraviada en un hormiguero de burócratas, subyugada además por la muy japonesa belleza de su superior directa-, sufre una cascada de humillaciones.

Trabajos absurdos, órdenes dementes, tareas repetitivas, humillaciones grotescas, misiones ingratas, ineptas o delirantes, superiores sádicos, la joven Amélie empieza en contabilidad, luego a servir cafés, pasa a la fotocopiadora y, descendiendo los escalones de la diginidad (aunque con un despego muy zen), acaba ocupándose de los lavabos... masculinos.

Este libro además de contar la historia de Amélie en la jungla japonesa, nos muestra la dura vida de un trabajador japonés en una gran empresa. Todo el mundo tiene un superior, que le manda y ordena, a que tiene que mantener una especie de adoración y donde por supuesto está descartada la traición. Nadie protesta, nadie se altera, todo se acepta con la más humillante de las humildades. Amélie se ve envuelta en las tribulaciones del departamento de contabilidad, donde su superiora no consentirá que brille por si misma y menos a una recién llegada y europea para más vergüenza suya.

Para muestra un botón:

El señor Haneda era el superior del señor Omochi,
que era el superior del señor Saito, que era el superior de la señorita Mori,
que era mi superiora. Y yo no era la superiora de nadie.


Podríamos decirlo de otro modo. Yo estaba a las
órdenes de la señorita Mori, que estaba a las órdenes del señor Saito, y así
sucesivamente, con tal precisión que siguiendo el escalafón, las órdenes podían
ir saltando los niveles jeráriquicos.


Así pues en la compañía Yumimoto yo estaba a las
órdenes de todo el mundo. (pág. 7)

3 comentarios :

  1. Como dijiste es una autobiografia de una etapa de la vida de la autora, esta percepcion se tiene cada vez que leyes un libro suyo y llegas a situarlos cronoligicamente.
    Si te gusto el libto, se hizo una buena adaptacion cinematografica por Alain Corneau
    Saludos
    Maggy

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  2. El libro me gustó. No sabía que lo hubieran adaptado al cine. Me lo apunto!! Gracias, Maggy!

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  3. Muy bueno el libro, lo leí hace poco, recomendado, y me encanto.

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